Modelo psiconutricional

 

 

¿Qué es la Psiconutrición?

 

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Es un modelo que nos ayuda a desarrollar herramientas psicológicas que contribuyen a nuestro desarrollo como seres humanos. Se trata, por tanto, de un modelo que parte de una concepción holística de la persona (es decir, el ser humano entendido como un todo unitario cuerpo-mente).

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Entre otros factores, el estado de ánimo influye en la forma de alimentarnos y, a veces, la comida se convierte en el refugio más fácil y accesible. Alimentos con un elevado contenido en grasas, azúcar y sal suelen ser aquéllos a los que se recurre con mayor frecuencia y se suelen convertir en el mejor consuelo. La psiconutrición busca, a través del empleo de las herramientas psicológicas de las que todos disponemos, aprender a distinguir entre el hambre físico y el que está marcado por la ansiedad, la tristeza o la apatía.

Y como la comida no debe convertirse en el único mecanismo del que disponemos para regular nuestras emociones, en UTIDA podrás adquirir las habilidades psicológicas adecuadas para no caer en la ingesta emocional y responder de esta manera sólo a la fisiológica, sin sufrimiento ni ansiedad y con calma. Aprenderás también a elegir entre una gran variedad de alimentos que pueden mejorar tu estado emocional.

En UTIDA pretendemos, no sólo que las personas pierdan peso, sino dotarles de las herramientas psicológicas necesarias para que no lo vuelvan a recuperar.

¿Cómo te podemos ayudar con la Psiconutrición?

 

La acción de comer genera, en la mayoría de las ocasiones, una sensación de bienestar. Sin embargo, el simple hecho de estar contento o, por el contrario, deprimido, puede influir y determinar la forma de alimentarnos. Por ejemplo, si estamos de buen humor y tranquilos es más fácil que nuestra alimentación sea adecuada. Cuando nuestro estado de ánimo es negativo, las sensaciones que lo acompañan pueden propiciar que busquemos el alivio o el refugio en la comida.

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La forma de comer se ve condicionada por el cerebro emocional. Muchas veces comemos para anestesiarnos más que para alimentarnos. Desde niños nos premian y castigan con la comida y el cerebro registra esa información y la integra en la vida cotidiana y, en especial, cuando surgen dificultades. Por ello, y dado que el ritmo de vida actual protagonizado por las prisas ha propiciado que se coma de cualquier manera y sin apenas dedicarle el tiempo necesario, en UTIDA creemos que el primer paso para afrontar este problema es conocerlo. Esa va a ser una de las bases de nuestro trabajo conjunto.

Cuando estamos en un estado de ánimo depresivo y buscamos refugio en la comida, comemos lo que tenemos ansiedad por comer. Si tenemos ansiedad por dulce, lo más frecuente es acudir al chocolate o bollería, pero si tenemos ansiedad por salado, optamos por las patatas fritas, el queso o los embutidos. Cuando algo sucede una vez, es una incidencia. Cuando algo sucede dos veces, es una coincidencia. Si algo sucede tres veces, se trata de una pauta. Y es importante detectar estas pautas, porque son ellas las que constituyen lo que llamamos “alimentación emocional”.

En UTIDA, ofrecemos el entorno adecuado de tratamiento multidisciplinar para conseguir los resultados que acordemos de manera personalizada.

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      Una reducción de peso exitosa sólo puede llevarse a cabo con un compromiso serio por las dos partes y promoviendo un rotundo cambio de estilo de vida.

 

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